Thursday, May 6, 2010

El quinto jinete

Sergio Conde Varela

Resulta, amables lectores que ya no son cuatro como se establece en el último libro de la Biblia o sea el Apocalipsis, sino cinco jinetes apocalípticos, según el dicho del presidente Felipe Calderón en Berlín, Alemania.
Apocalipsis, significa revelación y quizás para subrayar su opinión el Ejecutivo federal agregó un jinete más al que consigna el libro bíblico. Realmente a lo mejor pensó que por usar esa figura no sería criticado. Su revelación personal fue errónea, porque sus palabras han levantado una tormenta de opiniones rechazando no sólo la figura empleada sino también el agregado en número que hizo a los jinetes.
Parece ser que con este tipo de opiniones Calderón está superando las opiniones vertidas por su antecesor Vicente Fox que soltaba sin precisión algunos puntos de vista sin sustento. Algunos piensan que en este sentido el actual mandatario como jinete ya le saca delantera por más de una cabeza al guanajuatense.
Se está haciendo costumbre que las personas que seguramente son consejeros del Presidente le informan con fallas muy marcadas. Un caso conocido por todos los juarenses es cuando a rajatabla expresó que los problemas que teníamos en nuestra frontera en materia de seguridad no era otra cosa que una lucha de pandillas. Estando aquí en nuestro terruño tuvo que pedir disculpas. Queremos decirles que no ha sido el único funcionario con esa opinión, pues hace pocos días y esto es asombroso, en Austin Texas el presidente municipal José Reyes Ferriz sin rubor alguno dijo lo mismo.
Pues bien, en Alemania, el Ejecutivo federal manifestó que iban siendo derrotados no los cuatro sino los cinco jinetes apocalípticos. Uno de ellos fue la influenza H1N1 que según muchos galenos no llegó ni siquiera a catarro de temporada. Otro de los derrotados se traduce en la crisis económica, con las frases dichas saltaron de gusto más de 26 millones de mexicanos que viven en extrema pobreza. Luego en esta lista de jinetes, la violencia de los grupos del crimen organizado ha disminuido (yo creo que los consejeros presidenciales omitieron decirle que aquí en Juárez en 27 horas murieron 32 personas, si a eso se le llama disminución conviene que el que esto escribe busque con detenimiento las raíces y el significado de la tal palabra). El cuarto jinete fue la sequía más grande que se ha sufrido en 70 años, quizás en esto no se especificó si los campesinos han resentido la sequía climática o la sequía presupuestal, pues hace mucho tiempo que el campo no recibe una sola gota del caudaloso presupuesto federal. Finalmente y como remate el quinto jinete que al parecer fue creado por decreto oficial mexicano fue la caída en la producción del petróleo, caída que choca contra el sentido común pues Pemex ha inflado su nómina en mas de 10 mil empleos.
Es una lástima que los viejos y desgastados tiempos de las cuentas alegres vuelvan de nuevo a la retórica oficial. Se entiende que en materia de religión y de economía se tiene que hablar con la verdad y sólo la verdad. Los señores europeos la primera pregunta que se hacen es ¿Porqué se nos pide que vayamos a invertir a un país que tiene el primer millonario en dólares del mundo y 26 mexicanos cuyas fortunas en efectivo pasan cada uno los mil millones de dólares? Es incongruente la petición y después de ello, no se ríen sino lo que es peor se sonríen que ya es mucho decir.
No se puede seguir caminando con seguridad, cuando no se llama al pan, pan y al vino, vino.
Debe haber pulcritud en las noticias y fundamentos irrebatibles para que lo nuestro no se tome a chunga o a un juego partidista. La dimensión de un estadista alcanza su clímax cuando la concepción que tiene de una realidad se convierte en acción y alcanza en poco tiempo respuestas favorables a los problemas que se viven. No de otra manera. No de otra forma. Hay que tener en cuenta que sólo la entrega y la verdad es la que produce consecuencias y si no se puede decir, que se haga silencio, al que creemos el mejor discurso de nosotros los humanos.

Ay nanita. Hernández


Eficacia. Helguera

¡Váyase a Sudáfrica, presidente Calderón!

La historia en breve.
Ciro Gomez Leyva
Milenio

Son muy difíciles de comprender ciertos desatinos del presidente Calderón. ¿A qué viene la duda de asistir el viernes 11 de junio al partido de apertura del Mundial entre México y Sudáfrica? ¿A quién se le ocurrió que sería una buena idea pedir la opinión ciudadana en la página oficial de la Presidencia de la República?

Parece que a Calderón le da miedo la crítica de quienes, haga lo que haga, van a tratar de hacerlo pedazos: porque la situación en el país es muy grave para frivolidades como el futbol; porque aceptar una invitación para ir al otro lado del mundo rebasaría el tope que fija la ley; porque no puede disponer de los recursos del Estado para ponerse la verde; porque nadie le creería que pagó el viaje de su cartera. Tonterías, tonterías…

El Presidente está obligado a vender una buena imagen de México y no puede dejar pasar la oportunidad de que cientos de millones de personas en el planeta lo vean relajado ese viernes. Esos segundos, minutos quizá, en televisión pagarán sobradamente lo que se invierta en tiempo o dinero. ¡Qué no se está peleando contra la percepción de que somos un Estado fallido!

Basta de hipocresías y titubeos. Calderón tiene que ser un estadista el 11 de junio y estar en un palco del Soccer City de Johannesburgo.

Qué ridículo que la Presidencia de la República se haya reducido a tal extremo. Por lo pronto, su sondeo en internet ya le abrió un debate que no existía y del que seguramente saldrá raspado.

Y provocó que personajes como el senador Manlio Fabio Beltrones aprovecharan el centro para rematar de bolea y decir que sí, que se vaya a Sudáfrica, que se quede allá y que Javier Aguirre venga a Los Pinos.

Gol.

Cascarita. Rocha


Quiere vacaciones. Magú