Monday, July 23, 2012

México al Chile, un recuento de esos 6 años de lágrimas, risas y amor.


Cada 6 años la comedia política mexicana se renueva, se ilusiona, y aunque muchos de sus actores participan por primera vez, algunos obstinados se cuelan con el fin de no soltar el protagónico de villano, vaciador de arcas, príncipe de las mareas políticas y hasta de hazmerreír. Así las cosas, la disputa entre candidatas y candidatos, candidotes y cenicientas, dinosaurios, pejelagartos, mujeres diferentes, choferes de combis de maestras encumbradas, amigos de innombrables, deshauciados, ex presichentes y demás flora y fauna llega a su punto culminante con las elecciones y se extiende a lo largo de los meses.
México al chile es un recuento de lo que pasa antes y después de esos seis años de lágrimas, risas y amor, un retrato desde la intimidad de los protagonistas, en sus palacios y curules, diputaciones y reinos; una escenificación socarrona de su forma de gobernar y postularse, de la manera en la que se entromenten, perdón, se comprometen con la democracia; una denuncia de lo que han hecho con nuestro país esos diputados y líderes sindicales, partidos políticos y partidos de futbol de nuestra decepción mexicana, ideólogos del desastre nacional y sus primeras damas: actores consumados que envidiarían las súper producciones de películas hollywoodenses, estrellas del firmamento político exhibidos con gracia y regocijo.
El maestro Chiles, Fabián Giles, héroe de la denuncia picante y chocarrera, paparazzi de la cultura de la simulación, ofrece en este manual de cinismo, digo, de civismo y sin pelos en la lengua, al chile, el rostro maquillado con negra ironía de quienes ejercen de manera siniestra el poder en México.


México al chile. Humor y política sin censura
Fabián Giles
Editado por Prisa Ediciones bajo el sello Aguilar.
119 pags.







De venta en Librerías El Sotano, Gandhi, El Pendulo y tiendas Sanborns del país.

Calderón dice haber puesto “alma, vida y corazón al servir a México”


El presidente Felipe Calderón Hinojosa afirmó que en su gobierno se han invertido 11 mil millones de pesos en infraestructura carretera en Sonora, y destacó que en todo el país se han construido o modernizado más de 19 mil kilómetros de carreteras.

Abundó que en la actual administración, “el sexenio de la infraestructura, para Sonora lleva 11 mil millones de pesos, tan solo en carreteras”, y añadió que esa suma era hace unos cuatro o cinco años el presupuesto total para ese tipo de obras en el país.

En la inauguración de los puentes vehiculares “Quiroga” y “Clouthier”, que requirieron una inversión de más de 560 millones de pesos, resaltó que su gobierno ha trabajado intensamente en obras de infraestructura.

Acompañado por el secretario de Comunicaciones y Transportes, Dionisio Pérez Jácome; y el gobernador, Guillermo Padrés Elías, el titular del Ejecutivo federal indicó que de ese tamaño es el esfuerzo de inversión que se está haciendo en el país.

Destacó que si uno suma lo invertido en carreteras hasta el año pasado, que son siete mil 500 millones de pesos del gobierno federal, más lo de este año, que asciende a mil 700 millones de pesos y los recursos por mil millones del sector privado, la cifra supera lo que se destinaba a este sector hace un lustro.

Calderón Hinojosa recordó que la construcción de estos puentes vehiculares se terminó hace más de un mes, y “se terminaron justo en la veda electoral, en la que por una cosa muy rara de nuestro sistema político, en campaña todo mundo puede decir lo que quiera, menos el presidente de la República”.

Resaltó que estas obras son muy importantes para dar mejor calidad de vida a los ciudadanos, lo cual lo hace sentir muy orgulloso.

El presidente Felipe Calderón afirmó que seguirá trabajando con intensidad en materia de infraestructura, tanto en Sonora como en todo el país, pues todavía hay mucho qué hacer y muchas obras por inaugurar.

Agradeció a las y los sonorenses por la oportunidad de poderles servir, y subrayó que “ha habido aciertos, ha habido errores, sí, pero no tengan la menor duda de que hemos puesto alma, vida y corazón, al trabajo de servir a México”.

Insurgente Press



Yo puse todo eso, pero los 60 mil muertos pusieron la vida...

"Felipe Calderón es como Bush en 2001: detonó su propia guerra": Oliver Stone


¿Por qué comparó al presidente Felipe Calderón con George W. Bush?, pregunta La Jornada a Oliver Stone, ganador de tres premios Óscar y referente del cine mundial. El realizador, que tanto en sus largometrajes de ficción como en sus documentales pone la sal a la herida en temas sociopolíticos, responde: “No soy sicólogo ni conozco al presidente (Felipe) Calderón personalmente. Tampoco sigo en detalle la política en México, pero cualquiera pudo darse cuenta de que esa guerra que desató contra los cárteles de la droga fue una locura, un desastre.

"Calderón se enamoró de la idea de Bush de 2001, cuando decidió hacer esa guerra en Irak, y detonó la suya propia. Fue innecesaria esa violencia, que trajo más de 50 mil muertes."

Por ello, asegura Stone, los resultados de las recientes elecciones presidenciales de México son muestra del repudio del pueblo mexicano hacia su actual jefe del Ejecutivo.

"Él es como Bush en 2001", dice el realizador de Pelotón, con la que ganó la estatuilla dorada por mejor dirección.

Afirma que el posible triunfo del PRI, partido que gobernó al país por más de 70 años y que quiere recuperar la Presidencia luego de dos sexenios en los que el PAN estuvo en el poder, demuestra la desaprobación de la gente, que “está en contra de la guerra contra el narco; la gente ya no votó por su partido. No sé si ganó o perdió Peña (Nieto). Sé que muchos votaron por él, pero creo que lo hicieron por no aprobar lo que hizo Calderón”, dice el politizado director, que está en México para promover su reciente trabajo, Salvajes, crónica de la hipotética guerra, muy sangrienta, entre productores de mariguana de California y un cártel mexicano que trata de quitarles el negocio.

Jipis contra narcos

El elenco de la cinta, que se estrena este viernes en México, lo conforman los mexicanos Salma Hayek, Lisa Echeverría, Demián Bichir, Joaquín Cosío, Diego Cataño, el puertorriqueño Benicio del Toro, los estadunidenses John Travolta, Blake Lively, Taylor Kitsch y Aaron Johnson, entre otros.

En su cinta, que se desprende del libro Savage, de Don Winslow, Stone, quien también participó en la escritura del guión, retrata la guerra entre esos jipis new wave y una banda mexicana de la droga.

Para Stone, una manera de parar esa guerra es "descriminalizar el uso de drogas. Es lo que piensa la gente inteligente; es dar ese primer paso. En cualquier forma, la legalización de la mariguana sería el inicio. Pero hay que saber que la política intervendrá, porque hay intereses económicos. Pero lo primero que hay que decir es que la droga no es un demonio, no es la culpable; puedes usarla desde un contexto médico o de placer, pero al final el aspecto monetario es el más importante para todos los involucrados. Ese ha sido el mal más terrible: la economía de este tipo, que llamaremos subterránea", asegura Stone, quien vuelve al tema de la droga desde Expreso de medianoche y Caracortada, para las cuales escribió el guión.

En Salvajes, Stone pone en escena a tres locos californianos: Ben (Aaron Johnson), Chon (Taylor Kitsch) y Ophelia (Blake Lively), quienes comparten su vida entre el surf, la mariguana, los tríos sexuales y una boyante empresa de cultivo de cannabis. Todo es sexo and rocanrol hasta que la banda de Elena (Salma Hayek) quiere meter mano en su negocio.

“Sabemos que algunos gobernantes tienen tratos con los cárteles de la droga, pero no sólo ellos; también está el Ejército... hablamos de corrupción, que está aquí, a la vuelta de la esquina. Hay mucha gente involucrada en el negocio. Pero podemos dar ese primer paso con la despenalización. Como sociedad estamos preparados, porque muchos de nosotros fumamos desde la secundaria, en cualquier parte. Para muchos es normal fumar cannabis; gran cantidad de personas lo hace.

"Recomiendo al gobierno que la legalice, que cobre impuestos y así ayude a su economía, para que ya no haya gánsteres", insiste el realizador de Asesinos por naturaleza, Nixon y Nacido el 4 de julio, entre otros filmes.

Sin embargo, acepta Stone, existen fuerzas oscuras que no quieren que el uso de la yerba se legalice, porque "no les conviene. Hay políticos sin ética que buscan sólo un cargo, dirigentes policiales, líderes sindicales corruptos, directores de prisiones, que no quieren eso... sólo desean dinero".

En la entrevista estuvo presente uno de los actores de la cinta, el mexicano Demián Bichir, para quien el problema real radica en "la corrupción e impunidad. Claro que no nos gusta el regreso al poder de lo que representa un partido como el PRI. El problema esencial son la corrupcion y la impunidad, tanto en Estados Unidos como en México, y parece que no hay escape. Lo curioso es que los más afectados siempre son la gente más pobre, a los que ves en las cárceles".

Para la actriz Sandra Echeverría, “el problema de la guerra entre cárteles es la corrupción de ambos países”.

Sancionar el cohecho

En entrevista, comenta que “más sanciones para autoridades que aceptan dinero por debajo del agua sería una avance.

"Vemos que hay gente que delinque y que al rato ya está afuera. No sé si la legalización es lo adecuado, porque no nos gustaría ver que nuestro hijos consideren normal que haya drogas; además de que en un país tan corrupto como México no sé si sea lo mejor o si estemos preparados. Hay ventajas y desventajas, y todo hay que ponerlo en la mesa y hacer una evaluación profunda."

La actriz abunda: “Siempre ha habido narcotráfico en México, secuestros, pero ahora nos enteramos más. Las autoridades en Estados Unidos checan todo, y por eso les tienen pavor, pero en México se ríen de ellas. Dan una mordida y la aceptan, entonces, ¿cómo se hará un cambio con esa actitud; cómo legalizaremos las drogas? En México no estamos preparados para eso”.

Echeverría argumenta que Oliver Stone sabe “qué tema saca y en qué momento. No busca hacer sólo cine y entretener, sino además busca crear conciencia. Salvajes es una obra que toca temas fuertes, pero que al final hace reír, al usar el humor negro. Es una sátira, es el cliché de lo que ocurre todos los días”.


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Fuente: La Jornada

Tuesday, July 3, 2012

México está de luto...pero no muerto.

Calderón, el gran derrotado


Felipe Calderón debe asumir la absoluta responsabilidad de su enorme derrota. O del triunfo de la mayoría de la sociedad sobre sus políticas erráticas que propiciaron que la violencia y la muerte se enseñorearan en el país, por la enorme corrupción que envuelve a su fallida Administración y, claro, por la muy desperdiciada gran oportunidad que le dio el PRI avalando su “triunfo” hace seis años.

Calderón debió amanecer hoy, cual decimos vernáculamente, “con la cola entre las patas”.

No mejor se despierta el país de esta pesadilla sexenal. Clarea, sí, sobre nuestra división que en algunos casos es hasta polarización.

Y ese es el mayor de los muchos crímenes de Felipe Calderón: haber partido al país desde aquella campaña negra del 2006.

Es gravemente reduccionista considerar lo sucedido en México durante los últimos seis años como una historia de buenos y malos. Pero eso fue lo que hizo Calderón. O están conmigo o están en mi contra. Tal fue su divisa.

El país, cierto y por fortuna, sale de lo peor de la pesadilla, pero permanecen intactos los factores que llevaron a nuestro enfrentamiento y, lo malo es que los han reeditado ahora los priístas –usando a ciertos medios de comunicación--, quienes en las últimas semanas dejaron de creer en las encuestas que ellos mismos patrocinaron.

Paradójicamente, Enrique Peña --que promete ser un líder reconciliador-- tendrá que probar con los hechos que no se trata de mera palabrería, si quiere cobrar alguna credibilidad... de la que hoy todavía carece.

A la postre, eso mismo anunció Calderón cuando asumió –en Los Pinos, en la oscuridad de la madrugada, rodeados él y Vicente Fox de militares-- en el 2006… ¡para desmentirlo inmediatamente y dar lugar a la guerra que rompió en dos a la nación!

Y hoy la nación, esa misma nación, se lo ha cobrado.

En las urnas, la sociedad redujo a su mínima expresión al calderonato y al panismo.

Tercer lugar.

¡Qué pena!
Muy, pero muy lejos de quien –de acuerdo a los primeros resultados informales-- obtuvo la mayor cantidad de sufragios a su favor.

Y hoy, sí, el destino de Calderón está sellado.

Ha recibido el repudio de los suyos, de los propios panistas.

Y por supuesto el de priístas, perredistas, aliancistas…
De, prácticamente, ¡todo el país!

La derrota electoral de Acción Nacional, de Felipe Calderón. Está claro que se ha producido un severo voto de castigo contra ambos.

Voto de castigo que no sólo implica un correctivo o una advertencia, sino que cuestiona todo su proyecto político.

La fallida Administración y Calderón ya quedaron fuertemente debilitados por la presión social y este descalabro electoral deja al panismo a los pies de los caballos.

La derrota electoral de los panistas es pareja en importancia a su histórico triunfo en julio del 2000, en el que revolcaron al priísmo alzándose con la mayoría de los votos. Ahora los, datos electorales provisionales son muy otros: el panismo ha descendido hasta poco menos del 24% y el priísmo ha remontado hasta cerca de un 42%.

Es seguro, asimismo, que el panismo haya perdido su mayoría simple en el Senado y haya sido reducida, también, a tercera fuerza electoral en la Cámara de Diputados.
Ésta ha sido una derrota radical en toda regla, teniendo en cuenta la circunstancia de la fuerte inestabilidad institucional por la que atraviesa la República, a partir de la violencia desatada por Felipe Calderón.

Y ha sido apenas este sábado cuando, en un amplio reporte en el The Washington Post, se ha confirmado que, de acuerdo a sus cercanos, Calderón ha dicho que se irá del país al terminar el sexenio.

El Post agrega que el hecho de que "el comandante en jefe de la guerra antinarcóticos respaldada por Estados Unidos sugiera que no ha otorgado suficiente seguridad para vivir en su país es una revelación asombrosa, y podría verse como una admisión de fracaso o evidencia de qué tan duro ha batallado y qué tan lejos aún necesita avanzar México".

Fracaso. Es el nuevo sello de Calderón.

Índice Flamígero: William Finnegan escribió hace unos días en The New Yorker: "Nadie cree que el gobierno es el que manda hoy en México". + + + El saludo de esta mañana a Felipe Calderón: “Menos días”. Y sí, ya sólo faltan 153.

www.indicepolitico.com / pacorodriguez@journalist.com


¿ah chingá, derrotado yo??
Pero si gané inmunidad para después del sexenio...