Saturday, July 9, 2011

Josefina Vázquez Mota: Una pieza clave


Manuel Espino, exdirigente nacional del PAN, revela pormenores hasta ahora desconocidos del pacto acordado hace cuatro años entre Felipe Calderón, entonces candidato a la Presidencia, y Elba Esther Gordillo, y que ha desatado una auténtica guerra de lodo.

En entrevista con Reporte Índigo, hace tres revelaciones sustantivas.

Que Josefina Vázquez Mota, coordinadora de campaña de Calderón en 2006 y hoy aspirante a la candidatura del PAN a la Presidencia en 2012, fue protagonista de esas negociaciones.

Que antes de usar a Miguel Ángel Yunes como intermediario de sus negociaciones con Gordillo, Calderón afirmaba que el veracruzano era corrupto, tramposo y poco confiable.

Y que el acuerdo de Calderón con Elba Esther se llevó a cabo a espaldas del PAN y de su militancia, pero que lo que él escuchó es que no se trataba sólo de darle espacios en el Gobierno y candidaturas plurinominales en 2006, sino también en elecciones posteriores.

“Felipe Calderón me insistía en que procesáramos esta asignación de candidaturas (para Gordillo) en el Comité Nacional como una iniciativa mía, como una propuesta de Manuel Espino, no como una propuesta o decisión, menos como un acuerdo del candidato a la Presidencia de la República Felipe Calderón. Yo me negué”, afirma tajante.

Éstos son los demás pormenores del pacto entre el candidato y La Maestra, cuyos actores no tienen intención alguna de que pase a mayores.

La reunión con ‘La Maestra’

El viejo dicho de que “calladita te ves más bonita” pareciera aplicar de maravilla a Josefina Vázquez Mota, exsecretaria de Educación Pública y aspirante a la candidatura del PAN a la Presidencia de la República.

Y le va, no por modestia al ir ya en primer lugar de preferencia electoral entre los aspirantes panistas, sino por su participación en el polémico acuerdo entre Felipe Calderón y “La Maestra” Elba Esther Gordillo durante la campaña presidencial de 2006.

Corrían los días de junio de 2006 cuando Josefina Vázquez Mota, entonces coordinadora de la campaña de Calderón, hizo un llamado urgente a Manuel Espino.

“Es preciso que vengas a una reunión con la señora de arriba que vimos el otro día”, dijo Josefina intentando ser discreta. El líder nacional del PAN comprendió en seguida que se refería a la dueña del lujoso penthouse de Galileo y Campos Elíseos en Polanco: Elba Esther Gordillo.

“¿Para que” preguntó Espino.

“Necesitamos ya concretar lo que platicamos”, le dijo Vázquez Mota, y le informó que la reunión que sólo serían unas cinco personas. Manuel Espino accedió.

Cuando llegó a la dirección indicada, vio un edificio como de cinco pisos y un enorme jardín en el que parecía que se estaba llevando a cabo una cena.

Había músicos tocando, meseros con guantes e invitados ataviados de manera formal. Manuel Espino pensó que se había equivocado, y llamó a Josefina, quien le reiteró que ése era el lugar.

Efectivamente, ahí era el encuentro, pero no con cinco personas, sino con decenas de líderes de las secciones del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación que fueron llevados ahí por Elba Esther Gordillo, la anfitriona del festejo.

“¿Y Calderón?”, preguntó la inquieta Maestra— “¡aquí le tengo a todos los líderes seccionales!”

Espino no supo qué responder. Entonces le llamó a Josefina Vázquez Mota, quien le dijo que Felipe Calderón iba a ir a la cena. Pero el candidato a la Presidencia estaba un poco indispuesto, así que llegó un par de horas tarde. Gordillo estaba visiblemente molesta.

Calderón improvisó un discurso, y cuando se sentó a la mesa, reclamó a Espino que nadie le hubiera avisado con tiempo de la reunión ni de su propósito.

Manuel le respondió que eso tenía que preguntárselo a su coordinadora de campaña, quien, por cierto, no se presentó a la cena.

Espino entendió que el evento era para presionar a Calderón y que éste accediera a dar candidaturas a Elba Esther Gordillo en las condiciones que ella había pedido.

“Es muy importante precisar que en 2006 el Comité Ejecutivo Nacional del PAN nunca hizo negociación o acuerdo alguno con el SNTE o con la profesora Elba Esther Gordillo. Si acaso hubo una negociación, fue de espaldas al partido, la hizo directamente el candidato Felipe Calderón y la hizo también quien era su coordinadora de campaña, Josefina Vazquez Mota.

“¿Qué acordaron? ¿Qué negociaron? ¿A cambio de qué? Nunca lo supimos”, señala el exdirigente nacional del PAN, quien hace unos meses fue expulsado del partido por presiones de Los Pinos, según denuncia él mismo.

Espino recuerda que esto ocurrió a finales de mayo, principios de junio de 2006.

“Yo escuché comentarios en el sentido de que se estaban negociando posiciones de gobierno y posiciones de candidaturas para años posteriores, pero cuando yo fui a las reuniones, jamás hablaron de esos temas en mi presencia, eran acuerdos en la opacidad, eran acuerdos en lo oscurito, eran acuerdos a espaldas de la dirigencia y de los militantes del PAN”, acusa Espino

“Cuando a nosotros nos buscaron (a la dirigencia nacional), tanto Josefina como Felipe Calderón, fue para decirnos que acordaron con la maestra darle candidaturas plurinominales, tanto en la Cámara de Diputados como la de Senadores, y algunas candidaturas de mayoría para ambas cámaras.

“Me buscaron porque solamente el partido podía dar esas candidaturas y porque sólo en el Comité Nacional se podían procesar. Si no, no me hubieran buscado. Yo me negué”.

A Felipe Calderón le había costado mucho lograr que “La Maestra” se decidiera a apoyarlo.

A través de Miguel Ángel Yunes, entonces brazo derecho de Gordillo, Calderón había intentado durante semanas lograr los apoyos de “La Maestra” antes de que se los ganara Andrés Manuel López Obrador, candidato de la alianza de izquierda Por el Bien de Todos.

Y se los ganó, en parte por su insistencia y por la labor de Yunes, pero principalmente por el desaire de López Obrador, quien se negó a reunirse con “La Maestra” porque sabía que su apoyo implicaría compromisos.

Manuel Espino señala que fue invitado por Josefina Vázquez Mota a una reunión con Elba Esther Gordillo para precisar los detalles del acuerdo que él desconocía.

“Sí acudí a un par de reuniones con Josefina y con la maestra para conocer de qué se trataba el acuerdo, y nunca pudieron decirme cuál sería la aportación de la maestra o del sindicato a favor de la campaña del PAN, por eso no acepte jamás nada”, reitera. “Insisto en deslindar al Partido Acción Nacional de este escándalo vergonzoso para el gobierno entre Yunes y el presidente Calderón, entre Elba Esther Gordillo y el presidente Calderón.

“Creo que es un tema que tendrán que aclarar muy bien a la sociedad mexicana porque las dependencias de gobierno que comprometió Felipe Calderón con “La Maestra” y de las que nunca supo el partido fueron compromisos de apoyos que no conocemos.

“Pero, además, las dependencias de gobierno no son del presidente en turno, son de los mexicanos… no es ético asignarlas por compromisos políticos que no conoce ni la sociedad ni el partido que lleva al Gobierno, en este caso el presidente”.

Calderón y Gordillo

Manuel Espino afirma que él advirtió del desprestigio que podría traer una alianza con uno de los sindicatos más poderosos y con una carga de desprestigio y acusaciones de corrupción.

Agrega que Calderón le pidió candidaturas plurinominales para La Maestra, pero que no se supiera que eran a petición de él. La idea era que Espino dijera que era su propuesta, pero él se negó.

Quedaban sólo seis espacios libres para candidaturas plurinominales, y Espino acordó con Felipe Calderón que Vázquez Mota fuera a la sesión del Comité Nacional con las propuestas de “La Maestra” y a informar qué iba a recibir el partido a cambio de esas candidaturas, si un apoyo operativo, un apoyo de estructura el día de la elección o un apoyo financiero.

“Nunca lo supimos y nunca lo vimos”, señala Espino.

“Josefina Vázquez Mota no fue a la sesión del Comité Nacional”, precisa. Las candidaturas las decidió el CEN; Gordillo se quedó sin posiciones.

Respecto al Partido Nueva Alianza, Espino admite que aprobó que un enviado del CEN se reuniera con la dirigencia del Panal para saber en qué consistían las propuestas, “pero los dirigentes de Nueva Alianza no tenían ni permiso de hablar claro, ni tenían facultad de decisión”.

Explica que él nunca supo a quién quería meter Elba Esther como candidatos.

Al preguntarle si hubo recursos del Panal o del sindicato que no pasaran por el PAN, responde que no lo sabe, pero tampoco tiene conocimiento del tipo de apoyos que se negociaron.

“A la Tesorería Nacional del partido no ingresó ni un solo peso, ni proveniente del sindicato, ni de la maestra Elba Esther Gordillo.

“Hay que pedirle cuentas a quienes hicieron esos acuerdos. Felipe Calderón en primer lugar, y creo que quien fue su coordinadora de campaña tendría mucho qué decir, la diputada Josefina Vázquez Mota”, sentencia Espino.


De corrupto a un aliado

Manuel Espino explica que antes de que Calderón ocupara a Miguel Ángel Yunes como intermediario con Elba Esther –cosa que el propio Presidente reconoció–, decía que el político veracruzano era un “corrupto”.

“Felipe Calderón, ya siendo candidato a la Presidencia, algún día me fue a exigir a mi oficina que no permitiera que Miguel Ángel Yunes fuera a ser candidato al Senado porque era un hombre corrupto, prepotente, y había sido un hombre que había agraviado al PAN”, señala.

“Él me dijo que si Yunes era candidato al Senado, lo iba a desconocer públicamente, y que no aceptaría a Miguel Ángel Yunes en los actos de campaña que tuviera Felipe Calderón en Veracruz”.

Pero después, para su sorpresa, cuando Felipe integró su equipo de gobierno, apareció Miguel Ángel Yunes como director del ISSSTE.

“Si Felipe Calderón no lo quería como senador, menos lo iba a querer como director de una dependencia que tiene tantos recursos, que tiene una estructura nacional. Tuvo que haber algo muy fuerte”, señala Espino.

En 2009, con el apoyo de Los Pinos, Miguel Ángel Yunes se convirtió en el candidato del PAN a la Gubernatura de Veracruz en alianza con el PANAL. Fue hecho a un lado Gerardo Buganza, un panista que durante años había trabajado para aumentar los índices de votación del partido en el estado y que ante la postulación de Yunes, renunció a décadas de militancia en Acción Nacional.

“El día que fue designado en el Comité Ejecutivo Nacional (que entonces presidía César Nava) como candidato a Gobernador, yo le pregunté a Yunes por qué tendría yo que votar por él para que fuera candidato a Gobernador, y su respuesta fue contundente: ‘Para honrar un acuerdo de Elba Esther Gordillo con Felipe Calderón en el 2006’”, recuerda Espino.

Añade que durante el proceso de designación de Yunes él exigió que se pidiera la presencia de Felipe Calderón ante el CEN del PAN para que explicara sus razones para proponer al veracruzano como candidato.

Mariana Gómez del Campo, dirigente del PAN en el DF, bloqueó esa moción. Y esa propuesta, asegura Espino, es una de las razones de su expulsión del partido.

“Yo por eso digo, si el presidente Calderón ya rompió el silencio, que lo rompa completo, que diga cómo fue esa negociación, a cambio de qué, qué recibió él en lo personal, o qué recibió su equipo de campaña o Josefina Vázquez Mota a cambio de concederle estos espacios”.

Espino señala que los acuerdos siguen vigentes, ya que cuando ha habido cambios en el ISSSTE o en la Lotería Nacional, los espacios son nuevamente ocupados por gente muy cercana a Elba Esther Gordillo.

Ante los señalamientos de Calderón de que no hay “nada de malo” en esas negociaciones, Manuel Espino señala: “Ahí hay acuerdos que ahora se han traducido en escándalos de corrupción y que el Gobierno está obligado a transparentarlos, está obligado a tomar medidas”.

El dato

Espino defiende que el triunfo de Calderón en 2006 no fue por Gordillo, sino por el esfuerzo de los candidatos de todo el país, el esfuerzo del PAN y de los ciudadanos que salieron a votar.

Señala que mantuvo su reticencia de conceder a Calderón y su equipo todo lo que querían, como el pacto con Gordillo y recibir todo el dinero del que disponía el partido para usarlo sin que pasara por la autorización de la Tesorería Nacional.

“Eso nos hubiera llevado a una debacle financiera como la que le ocurrió al partido en la gestión de Germán Martínez (dirigente del PAN en las elecciones federales de 2009), que al día de hoy no ha podido justificar un gasto de más de 500 millones de pesos”, acusa Manuel Espino.

Señala que por no acceder a las exigencias de Calderón y hacer expresiones críticas, se gestó desde Los Pinos su expulsión del PAN, proceso que está impugnando y cuya resolución se dará en las próximas semanas por parte del Tribunal Federal Electoral.

"Andale, no te hagas mensa Chepina"

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