Sunday, September 25, 2011

La Cruzada de Calderón

Fue un día hábil, el jueves 13 de noviembre de 2008 a las siete de la noche, cuando Felipe Calderón, el Presidente de México, hizo evidente su simpatía hacia el grupo cristiano Casa sobre la Roca.

 Ese día el área de Comunicación Social de la Presidencia de la República sólo dio cuenta de la recepción al excelentísimo señor Georgi Parvanov; se dio a conocer que Felipe de Jesús asistirá a tres eventos como motivo de la referida visita: a las 12:30 horas se celebraría la ceremonia oficial de bienvenida al presidente de la República de Bulgaria en la explanada Francisco I. Madero de Los Pinos; a las 13:45 horas se daría un mensaje conjunto de Calderón y del mandatario invitado a los reporteros de la fuente presidencial en la escalinata de la residencia Miguel Alemán; y a las 14:30 horas Felipe Calderón ofrecía un almuerzo a su homólogo en Los Pinos.

 Pero antes de que las manecillas del reloj presidencial marcaran las siete de la noche en punto, la logística del Estado Mayor tenía contemplado trasladar a Felipe Calderón y a su esposa Margarita Zavala hacia el rumbo de Santa Fe, donde habría de encontrarse finalmente con sus hermanos cristianos. Ahí, en las instalaciones de Expo-Bancomer Santa Fe, Felipe Calderón encabezó, junto con Alejandro Orozco, la inauguración de la VII Convención Internacional G-12 México organizada por Casa sobre la Roca.

 Los miles de cristianos mexicanos que convergen en Casa sobre la Roca tuvieron que desembolsar diversas cantidades para escuchar el mensaje de quien consideran como su “hermano mayor”: Felipe de Jesús Calderón Hinojosa. Los precios variaron: si habían pagado en agosto, sólo desembolsaron 800 pesos; si lo habían hecho en septiembre, mil pesos; en octubre, mil 200, y quienes pagaron al último, en noviembre, cubrieron una cantidad individual de mil 400. Los niños y las niñas de cinco años cumplidos y hasta los 12 años tuvieron como cuota fija 650 pesos.

 Ahí estaban, pues, miles y miles de cristianos, con Biblia en mano, esperando ver en el templete a Felipe de Jesús. Cuando el mandatario hizo acto de presencia, el ambiente se llenó de alborozo. Las palmas batieron con intensidad mientras el Presidente de México veía con parsimonia a los suyos, a sus hermanos cristianos.

 A ellos les dio un mensaje espiritual. A ellos les hizo ver que en los días y en las noches en que el cansancio y el desánimo se apoderaban de su ser, la mano y el aliento de Dios le confieren nuevos bríos para no desmayar, para seguir adelante en estos tiempos en que su destino lo colocó como Presidente de México.

 Marianela Mina Cabrera, una de las jóvenes líderes de la Casa sobre la Roca que asistió a la Expo-Bancomer de Santa Fe para escuchar el mensaje de Calderón y que al menos un día a la semana utiliza su hogar para organizar encuentros con otros cristianos que convergen en torno a la asociación civil, recuerda así la intervención de Felipe Calderón:

 “Me dejó impresionada. Lo admiro porque no tengo la menor duda de que es una autoridad impuesta por Dios. Se trata de un hombre valiente porque se ha atrevido a hablar de la palabra de Dios. A mí me llamó la atención que mi hermano Felipe de Jesús nos dijera que como Presidente, cuando más se sentía cansado, cuando más se sentía derrotado, Dios le daba fuerzas para seguir adelante”.

 A su vez, Marianela rememora que durante 2006 asistió a un evento en el que Felipe de Jesús fue uno de los oradores principales, y evoca fragmentos de un discurso que el michoacano pronunció en la Ciudad de México, cuando la contienda electoral estaba en pleno apogeo.

 “Estuve en una reunión con él cuando corría el tiempo de la campaña presidencial. Casa sobre la Roca organizó un evento para apoyarlo en su campaña. Fue en el cine Perisur, donde tenemos un sitio en el que nos reunimos desde hace mucho tiempo. Ahí Felipe Calderón nos dijo que como cristiano iba a vencer toda la adversidad que se le presenta y que habría de conquistar la Presidencia de la República a través de la palabra de Dios”.

 Marianela no duda cuando se le inquiere sobre la filiación religiosa de Felipe Calderón.

 —Desde esos encuentros, ¿sientes a Felipe Calderón más católico, más cristiano?

 —Sé que ha sido católico toda su vida, pero es cristiano porque cree en Jesucristo. Cree en Dios, por eso se congrega a nuestro lado porque cree en Cristo de la misma manera en que nosotros creemos. 

Salim Barria y Alfredo Ortiz, entre otros muchos líderes de Casa sobre la Roca, son más enfáticos. Aseguran que Felipe de Jesús Calderón Hinojosa ahora es cristiano, “aunque no lo externe al cien por ciento, aunque su lenguaje, su mística y su visión para gobernar tienen mucho de Casa sobre la Roca”. 

Por su parte, Ricardo Crespo Greenham, otro de los líderes del movimiento, también recuerda el día en que Felipe de Jesús inauguró el evento del 13 de noviembre de 2008. Dice recordar más las palabras del Presidente de México cuando les habló de que a pesar de todos los problemas, baches y adversidades por las que ha atravesado su gobierno, “él nos reconoce como cristianos y nos dice que el único que puede ayudarlo es Dios, para salir bien librados de esta situación. Nos dio el mensaje de que a través de Dios nos llegarán estrategias y ánimo para seguir adelante. Realmente ése fue el centro de su mensaje”. 

Ricardo tal vez tiene presentes las palabras de Yáñez Trujillo en sus cursos de motivación:

 “Sé en qué momento se debe dar buena cara y cómo reencontrarse con la inteligencia emocional de manera positiva”. Confía en Felipe de Jesús porque Dios se le ha revelado al Presidente, le ha mostrado su esencia íntima, lo cual es una poderosa motivación que lo ayuda a tomar decisiones apropiadas de gobierno.

 La cruzada de Calderón, Rodolfo Montes, Grijalbo, 2011, 187 pp.



Que bueno que no habla de cruzar tequila con whisky...





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