El plan secreto de Calderón

Mario Campos
Campos de batalla
El Universal

Pocos lo saben pero esta semana todo salió como Felipe Calderón lo había soñado. La Cámara de Diputados, por ejemplo, fue nota de primera plana en todos los diarios. Los partidos ganaron de manera notable en el número de mexicanos que los rechazan y los políticos de todos los colores mostraron que están lejos de captar y encauzar el ánimo de la opinión pública nacional.

¿Así o más a modo para Felipe Calderón y sus propuestas? ¿O es que hay algún mexicano que después de las declaraciones de Oscar Levin que habló de alianzas tan perversas, "casi gay", entre panistas y perredistas, no está por abrir el juego para que compitan los ciudadanos sin tener que pasar por los partidos?

¿No encontraron ustedes en las notas de estos días una razón para apoyar la idea de reducir los 500 diputados a 400 y hacer otro recorte similar en el senado?

¿No desearían que el futuro inmediato de esas personas esté en manos de los electores que podrían elegirlos nuevamente o mandarlos a su casa?

Así que no juzguemos mal a César Nava. No es que estuviera rompiendo lazos con el PRI, el partido que tiene en sus manos el futuro de la reforma, sino que estaba estimulando el debate público sobre los cambios necesarios.

Y no es que la piñata de Pinocho que llevaron los priístas a San Lázaro fuera una caricatura -literal- de la política nacional, sino que estaba dando razones para impulsar las transformaciones al sistema político.

Se trata de patriotas mal comprendidos. Víctimas de una ciudadanía ingrata que no ha dado su justo valor a la labor de sacrificio que por nuestro bien están llevando a cabo.

Al menos yo si los aplaudo, yo sí sé que se inmolaron por todos nosotros. Y en mi caso -sepan que su trabajo no fue en vano- me declaro listo para que más mexicanos puedan participar en política, que los partidos dejen de administrar el monopolio del acceso al poder, que el voto pese más en su destino y que le demos velocidad a la reforma política que el país requiere porque me queda claro que hoy como están las cosas, no nos van a llevar a ningún lado.

Helguera. Diputados