El diario indicó, con base en informes obtenidos por la Ley de Transparencia, que Calderón gastó unos 330 millones de dólares en promover su imagen en un año, 90 millones más que Fox en el mismo período.
Pese a ello, según los sondeos de la firma Bimsa citados por el rotativo, Calderón registró una aprobación de 68 por ciento en abril de 2007, de 64 por ciento en agosto y de 57 por ciento en noviembre pasado.
En el primer relevamiento realizado por esta compañía de estudios de opinión, publicado en abril de 2007, Calderón inició con 68 por ciento.
La cifra es un punto más alta que la registrada por Vicente Fox cuando dejó el cargo el 1 de diciembre del 2006.
Calderón llegó al poder con una alta cota de popularidad a pesar de que surgió de unos comicios altamente problemáticos en los que obtuvo una precaria ventaja de casi medio punto frente a su principal contrincante el izquierdista Andrés López Obrador.
De hecho, todavía hoy López Obrador no reconoce a Calderón como mandatario, a quien suele calificar de "usurpador" y "pelele" y ha sido proclamado por sus partidarios como "presidente legítimo".
Calderón sin embargo se benefició del desgaste de su rival en las elecciones del 2 de julio del 2006, que llevó adelante una serie de acciones de "resistencia civil" que causaron molestias a sus propios seguidores, como el bloqueo de la emblemática Avenida Reforma, de la capital mexicana.
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