Wednesday, October 27, 2010

Fox se equivocó en el tema del narco: FCH

El presidente Felipe Calderón aseguró en entrevista con la British Broadcasting Corporation (BBC) de Londres que su antecesor, el también panista Vicente Fox, incurrió en equivocaciones con relación con el combate al crimen organizado.

- ¿Está usted de acuerdo con el ex presidente Fox que ha dicho que la legalización sería una forma de romper el sistema económico que le ha permitido a los cárteles hacer tan enormes ganancias?, preguntó el periodista.

- Tengo un gran respeto por el ex presidente Fox. Pero creo que cometió muchas equivocaciones en este asunto. Quizás la más importante fue no actuar a tiempo en relación con el mismo. Creo que si México hubiera comenzado a luchar contra este problema hace 10 años, estaríamos hablando ahora de un asunto completamente diferente, respondió.

"Ahora bien, él tiene su punto de vista. Yo creo que toda decisión tiene sus puntos positivos y sus puntos negativos.¿Cuáles podrían ser los puntos positivos de una decisión como esta?

Probablemente se reduciría el precio del mercado negro y probablemente eso reduciría las utilidades de los delincuentes. Como punto negativo, existen muchos jóvenes que obtendrían acceso directo a los estupefacientes", añadió.

Esta tarde Calderón dudó que periodistas internacionales divulguen que hay espacios seguros en el país donde la gente puede estar o divertirse.

Los comunicadores extranjeros "muy probablemente, seguramente, pues no dirán nada de eso por desgracia" en sus despachos, acusó Calderón cuando Ángel Adame Jiménez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) en Morelos, le dijo que la semana pasada periodistas de la influyente y prestigiada BBC de Londres acudieron a Morelos a realizar un reportaje.

- ¿Se les está permitiendo a los estadounidenses utilizar aviones no tripulados sobre territorio mexicano en el Norte?

- Hay vigilancia en la frontera: se trata de una frontera común. Y la información que esos aviones proporcionan la utilizan ambos gobiernos, a ambos lados de la frontera. Esa es la cuestión. Así que el territorio mexicano sólo está supervisado por los militares mexicanos o por los funcionarios mexicanos, si quiere ponerlo así, dijo.

"Pero es cierto que estamos compartiendo, que ellos están compartiendo con nosotros información e inteligencia y que esa información ha sido muy útil en esta batalla; es esta la razón por la cual hemos podido decomisar grandes cargamentos de drogas ilegales en México".

A la interrogante de si se arrepiente de haber iniciado la guerra contra el crimen organizado, Calderón respondió: "No se trata sólo de un combate al narcotráfico. Y no, no me arrepiento. Definitivamente no".

Ya vas a empezar como Zedillo contra Salinas...


Calderón y Fox: adictos al pleito

Mientras la Nación se debate en una fallida guerra contra el crimen organizado, el Presidente y su antecesor –los dos panistas– se confrontan una vez más. Ahora el tema es la legalización de las drogas, aunque en el trasfondo se asoma otra droga más poderosa, la sucesión 2012. Y esa lucha de poder está convirtiendo a Felipe Calderón y a Vicente Fox en rivales.

La droga ya está causando alucinaciones en el PAN. Y la más evidente es la pérdida del equilibrio político de los dos panistas que han ocupado la silla presidencial de México.

Felipe Calderón y Vicente Fox muestran hoy el desgaste de una confrontación personal que se agudizó esta semana con el debate sobre la legalización de las drogas.

El Presidente dijo en el “Diálogo por la Seguridad” que si el problema del narcotráfico “se hubiera tocado cuatro o cinco años antes, estaríamos en una situación mucho mejor”.

Y su secretario de Seguridad, Genaro García Luna, golpeó al anterior sexenio al que también sirvió al frente de la AFI al decir que “la Policía Federal en la pasada administración no tiene ninguna detención de narcotraficantes ni secuestradores” y que ahora van mil 300, sólo de secuestradores.

Era contundente el mensaje de Calderón a un Fox que días antes había declarado que durante su sexenio “no se vivían los niveles de violencia que se viven hoy” y que en su sexenio existían “equilibrios que hoy están rotos”.

Y el ex presidente propuso legalizar las drogas, cobrar impuestos por su venta y retirar al Ejército del combate en las calles para evitar su desgaste.

Pero ese choque está todavía por ver sus peores convulsiones con la disputa albiazul por la sucesión presidencial de 2012.

Y mientras la Nación es sacudida por una fallida guerra contra el crimen organizado, el Presidente y su antecesor exhiben sus miserias políticas. Se enfrascan en dimes y diretes que nada ayudan a resolver la crisis y sí, en cambio, enrarecen el ambiente que reclama urgente una solución al problema.

En los últimos cinco días, los desencuentros entre quienes se supone son los más prominentes panistas acusan un desusual desgaste y un elevado nivel de violencia en su discurso.

La disputa sólo es comparable al choque que se dio hace unos meses entre Miguel de la Ma drid y Carlos Salinas de Gortari, cuando el primero le admitió a la periodista Carmen Aristegui que su sucesor se había apropiado de la partida secreta. De la Madrid terminó “enfermo”.

Pero a diferencia de los ex mandatarios priístas, en el caso de los panistas está involucrado el actual Presidente en funciones y su antecesor, para quienes esta disputa no es la primera en lo que va del sexenio.

El primer desencuentro se dio cuando el presidente electo Felipe Calderón llegó a sugerir que no quería que el presidente saliente Vicente Fox asistiera a su toma de posesión. Encendía las pasiones de la oposición, en especial del PRD.

Vino después una declaración de Fox recordando que él era el único presidente que había ganado las elecciones dos veces. Era una abierta alusión a que el de Guanajuato le construyó el triunfo a Calderón.

Nuevas confrontaciones entre ambos se dieron cuando se aceleró la salida de la presidencia del PAN de Manuel Espino, para colocar al calderonista Germán Martínez. Calderón asumía el poder en pleno.

Otro desencuentro se dio cuando Fox cabildeó la entrada de Manuel Espino como presidente de la OCDE, buscando un contrapeso al calderonismo que se había adueñado del PAN. La oposición panista tenía foro internacional.

Por eso, cuando los resultados electorales del 2009 en el que el PRI retomó el Congreso y las gubernaturas, Fox cuestionó que “si se va a gobernar hay que hacerlo bien y hay que tener éxito y resultados, porque la gente juzga y en las urnas se expresa”.

Calderón se dio por aludido y vino la sentencia del legislador Francisco Ramírez Acuña contra Fox: “El que se va, se calla”. Gómez Mont terminó siendo el conducto para tranquilizar los ánimos en el rancho de San Cristóbal.

Y todavía cuando César Nava buscaba ser el presidente del PAN, instruido por Calderón, el ex presidente le hizo un desaire al joven aspirante al jerarca albiazul. El desdén costó un nuevo resfriado entre el presidente y su sucesor.

Más recientemente, el entonces secretario de Gobernación Fernando Gómez Mont denunció la complacencia de los sexenios anteriores con el narcotráfico. Y se incluyó el de Fox, citando “omisiones del sexenio pasado”.

Pero ahora no fue Fox, sino su secretario de Gobernación, Santiago Creel, el que respondió recordando que el procurador, el secretario de Seguridad y el secretario de la Defensa de Calderón venían del sexenio de Fox. ¿Por qué entonces los repitió?, se preguntaba Creel.

Sin embargo, el choque más frontal se dio esta semana con el desencuentro por los asuntos del crimen organizado y la legalización de las drogas. Es el pleito que presagia las mayores consecuencias políticas por tres razones.

La primera, porque se da sobre el tema que es el eje central de la política calderonista, la guerra contra el crimen organizado. Sobre todo cuando Fox censura como fallida la estrategia de su sucesor, en pleno foro nacional que debate el tema.

La segunda, porque coloca a los dos personajes, el presidente y el ex Presidente, ambos del mismo partido, en posiciones diametralmente opuestas. Calderón por no legalizar y Fox por legalizar y cobrarles impuestos.

La tercera, porque se da a unos días de que Manuel Espino, el líder del panismo en el sexenio foxista, sea sometido a juicio por el Consejo Nacional del PAN con una elevada probabilidad de ser expulsado. El foxismo bajaría sus posibilidades de influir en la sucesión 2012. Al menos dentro del PAN.

Quizá por ello la nueva confrontación es la más peligrosa. Porque es la que acusa mayores definiciones de futuro. El quiebre luce insalvable y en medio del debate de las drogas, los rivales ya se alucinan. Analicemos.

UN HIJO DESOBEDIENTE

Vicente Fox nunca vio a Felipe Calderón con buenos ojos. Lo ubicó en Banobras y luego en la Secretaría de Energía, sólo para relevarlo como legislador en su intento por recuperar a la bancada albiazul para las causas de Los Pinos.

Obligado a renunciar como secretario de Estado frente a lo que se leyó como un prematuro destape en Jalisco, Calderón terminó convertido en el rebelde, en el renegado del foxismo.

Y a partir de ese momento, Vicente Fox hizo todo lo que estaba a su alcance para bloquear el camino que Felipe Calderón se forjaba como posible candidato del PAN a la Presidencia. Santiago Creel era el elegido de Los Pinos.

Pero la mitología de “El Hijo Desobediente” hizo de Felipe Calderón un sorprendente candidato albiazul en un final de sexenio, en el que lo políticamente correcto era desmarcarse del foxismo.

Ya como candidato, Calderón debió luchar a contracorriente con Manuel Espino, el líder nacional del PAN, que entonces estaba resentido porque le había dinamitado la “Operación Creel”.

Pero las confrontaciones entre Fox y Calderón se vienen agravando a lo largo del actual sexenio con un Vicente Fox que en reiteradas ocasiones ha buscado retomar el control del PAN para influir en su destino, sobre todo en la sucesión presidencial del 2012.

Pero el más reciente choque se dio cuando presionado por la falta de resultados de su guerra contra el narcotráfico, el presidente decidió abrir el debate nacional a la posible legalización de las drogas.

Obligado Calderón a aclarar que él estaba en contra de esa legalización, pero que aceptaba el debate, Vicente Fox le tomó la palabra.

Y el ex mandatario dijo que la medida era la única salida para frenar la creciente ola de criminalidad que sacude a México. Y de paso cuestionó la estrategia calderonista para hacerle frente al crimen organizado.

Fox advirtió que si hoy y no antes proponía legalizar la droga, era porque en su sexenio “existían equilibrios que hoy están rotos” y “no existían los niveles de violencia y de consumo que ahora hay”.

La postura del ex presidente fue avalada por Jorge Castañeda, quien fuera su canciller y que junto con el vocero presidencial Rubén Aguilar promovieron hace un año un libro que proponía la despenalización en el consumo de drogas como salida al conflicto con el crimen organizado.

La reacción de Felipe Calderón no se hizo esperar. Y en una acusación inusual hecha ante los dirigentes de los partidos políticos, el presidente dijo: “La verdad, si este problema se hubiera tocado cuatro o cinco años antes, estaríamos en una situación mucho mejor”.

El Mandatario echaba fuego sobre el sexenio de su antecesor. La acusación de negligencia sobre Fox era evidente y se presentaba como una clara respuesta a las críticas del ex presidente.

Más aún, el pronunciamiento calderonista fue reforzado en el “Diálogo por la Seguridad” por el actual secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, quien avaló las culpas enviadas por el Presidente a su antecesor.

“Debo decir que México dejó un deterioro histórico en la parte de policía. Hay por lo menos unos 30 años de abandono estructural en las policías de todo el país. Igual pasó en la parte federal”, dijo el responsable de la seguridad
nacional.

La crítica habría abarcado sexenios priistas y el sexenio panista de Fox, a no ser porque García Luna puntualizó:

“Sólo baste decir que la Policía Federal en la pasada administración en registros oficiales no tiene ninguna detención de narcotraficantes ni secuestradores. En esta administración van más de mil 300, sólo secuestradores”.

Un muy cuestionado planteamiento, si se considera que fue el mismo García Luna quien en el sexenio pasado ocupó distintos puestos clave en materia de inteligencia y seguridad.

De hecho fue el hoy secretario de Seguridad Pública quien recibió todo el apoyo político y económico de Vicente Fox para crear la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), que tan pobres resultados rindió obligando a su desaparición.

La misma AFI, que su creador García Luna calificó de absolutamente corrupta, cuando ya en este sexenio Calderón le encomendó la tarea de conformar la nueva Policía Federal.

Sin embargo, detrás de esta afrenta entre los mandatarios parecen esconderse rencores políticos que van más allá de una diferencia de opiniones sobre la legalización de las drogas o la repartición de culpas sobre la fallida guerra contra el narco.

Lo que se esconde entre tanta palabrería parece ser la disputa por el control del PAN con miras a la definición de su candidato presidencial rumbo al 2012.

Y la más inminente confrontación en este territorio podría darse la semana próxima, cuando se someta a votación del Consejo Nacional albiazul la expulsión de Manuel Espino, que fuera presidente del PAN en el sexenio foxista y tiene un largo historial de desencuentros con el presidente Felipe Calderón.

Como dirigente de Acción Nacional, en los días de la sucesión de Vicente Fox, Espino apostó su capital político a favor de la candidatura presidencial de Santiago Creel. Y falló.

Felipe Calderón, el entonces llamado “Hijo Desobediente”, terminó imponiendo su candidatura, que debió pelear cuesta arriba con lo que él mismo consideraba escasos apoyos de la dirigencia nacional panista, en poder de Espino.

Sentado en la silla presidencial, Felipe Calderón decidió que era hora de relevar a quien tantas trabas puso en su candidatura y en su campaña presidencial. Y su amigo Germán Martínez se convirtió en el nuevo líder nacional del PAN.

A lo largo del sexenio calderonista, y salvo una breve tregua pactada en el rancho San Cristóbal ante Vicente Fox, Manuel Espino se convirtió en el principal cuestionador de la política de Felipe Calderón.

El “Hijo Desobediente” tiene hoy ante sí a otro “Hijo Desobediente”.

Hace cinco años, las críticas de Calderón contra el entonces presidente Fox fueron su trampolín para conquistar la candidatura presidencial del PAN.

Hoy las críticas de Espino pretenden ser acalladas con su expulsión, una acción que si Fox hubiera tomado entonces contra su crítico Calderón, hoy no despacharía en Los Pinos.

Y mientras los panistas se enfrascan en sus disputas, México está en vilo. Suspendido en la incertidumbre de un sistema de seguridad que no responde, de un gobierno que pasa de monólogo en monólogo, pero que no acierta a afinar la estrategia para garantizar lo mínimo indispensable: el respeto a la vida y a la propiedad de todos los mexicanos.

Problema personal…
Felipe Calderón y Vicente Fox se han enfrascado en una confrontación personal que se agudizó esta semana con el debate sobre la legalización de las drogas.

Rencores políticos…
Detrás de esta afrenta entre los mandatarios parecen esconderse rencores políticos que van más allá de una diferencia de opiniones, lo que se esconde entre tanta palabrería parece ser la disputa por el control del PAN con miras a la definición de su candidato presidencial rumbo al 2012.

Propuesta foxista…
Vicente Fox propuso legalizar las drogas, cobrar impuestos por su venta y retirar al Ejército del combate en las calles para evitar su desgaste.

La expulsión…
Hace cinco años, las críticas de Calderón contra el entonces presidente Fox fueron su trampolín para conquistar la candidatura presidencial del PAN; hoy las críticas de Espino pretenden ser acalladas con su expulsión, una acción que si Fox hubiera tomado entonces contra su crítico Calderón, éste hoy no despacharía en Los Pinos.

Hijo desobediente…
Obligado a renunciar como secretario de Estado frente a lo que se leyó como un prematuro destape en Jalisco, Calderón terminó convertido en el rebelde, en el renegado del foxismo.

El bloqueo…
A partir de ese momento Vicente Fox hizo todo lo que estaba a su alcance para bloquear el camino que Felipe Calderón se forjaba como posible candidato del PAN a la Presidencia. Santiago Creel era el elegido de Los Pinos.

Abandono policial…
Recientemente el secretario de Seguridad, Genaro García Luna, declaró que por lo menos durante 30 años México enfrentó un abandono estructural en las policías de todo el país, incluso cuando él mismo en el sexenio pasado ocupó distintos puestos clave en materia de inteligencia y seguridad.

El relevo…
Sentado en la silla presidencial, Felipe Calderón decidió que era hora de relevar a quien tantas trabas puso en su candidatura y en su campaña presidencial: Manuel Espino y, su amigo Germán Martínez, se convirtió en el nuevo líder nacional del PAN.

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