Oraciones a San Lázaro
Por Ernesto Zavaleta.
No hubo muertos, sólo un policía municipal herido, armas y un vehículo asegurados, ni un solo detenido… Y un país vilipendiado en todo el mundo, el nuestro, México. Ese fue el saldo de la balacera afuera del estadio de futbol de Torreón Coahuila.
Una vez más en las primeras planas y los primeros segmentos de los noticieros de radio y televisión de todo el orbe las palabras violencia y México en una sola oración, y para quien tenía dudas de la inmediatez de la internet basta una asomada a los sitios de Youtube y twitter, miles de expresiones de miedo, asombro, indignación, sin faltar la estupidez de quienes en su burbuja de fama no han sido tocados por los graves niveles de violencia en México.
¿No tendría que ir ya el presidente Felipe Calderón al Congreso este próximo primero de septiembre? Dar la cara a la nación y decir por qué no podemos ir a un juego de
futbol, abrir un negocio, circular por las carreteras del país o ir a una fiesta nacional SIN MIEDO. No, la ley le permite enviar su V Informe de Gobierno por escrito.
El Fuuuua se puede sentir amenazado en su fama por las imágenes de hombres, mujeres y niños aterrorizados, llorando, corriendo sin saber hacían donde, igual que las autoridades de seguridad pública.
De no ser por la transmisión internacional del juego entre los equipos de futbol Morelia y Santos podríamos añadir este hecho a los que ocurren todos los días en todo el territorio mexicano, los que generan ese terror que ahora vimos en vivo, en los que han sido asesinados 50 mil mexicanos.
La impotencia e indignación le siguió al miedo, impotencia e indignación que hace pensar por qué no pasan iniciativas como la Ley contra el Terrorismo, Ley General para la Prevención Social de la Delincuencia, reformas al Código Penal Federal, la reformas a 20 artículos de la Ley de Seguridad Nacional.
Sí, es cuestión de agendas, de dictámenes inexistentes aún por falta de acuerdos entre grupos parlamentarios, de reglamentos de las cámaras de diputados y senadores, de visiones de Estado y de obligaciones de gobierno, pero también de consensos, de acuerdos, de conciencia y responsabilidad política. Lamentablemente también es cuestión de votos, lamentablemente se piensa más en 2012 como año electoral.
El coordinador de los diputados federales del PRI, Francisco Rojas, en su discurso de clausura en la plenaria de esos legisladores exhortó a los senadores a descongelar las iniciativas mencionadas, en la misma reunión la mesa encabezada por los diputados Jorge Carlos Ramírez Marín y Arturo Zamora Jiménez se presentaron 14 temas de seguridad.
En esa reunión inició su peregrinar por las plenarias partidistas el rector de la UNAM José Narro para explicar las bondades del proyecto y las aristas del análisis realizado por especialistas de esa casa de estudios sobre seguridad, lo esperan en Morelia los diputados del PAN y del PRD.
Pero ninguna de esas intenciones y propuestas evitó una balacera en el estadio de futbol de Torreón, Coahuila, que puso al país, otra vez, de rodillas ante el miedo que genera la violencia del crimen. Porque las leyes que el país necesita están en análisis, porque el gobierno federal insiste en una estrategia cuyos resultados se remiten a cortar las cabezas de la hidra con el mismo resultado que tuvo Hércules: Más cabezas.
Mientras a nombre del PAN Juan Molinar Horcasitas dice no a estados y municipios “despilfarradores” que piden más recursos, entre otras cosas como lo señaló el gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, para contar con las herramientas necesarias contra el crimen, ante la balacera en Torreón la presidencia de la República emite un boletín, donde luego de destacar que la balacera ocurrió afuera y no adentro del estadios (¿por cuestiones de fuero o competencia?) sostiene textualmente:
“El Gobierno Federal reitera su compromiso inquebrantable de coadyuvar con las autoridades estatales y municipales para que estas puedan cumplir con su primera responsabilidad de garantizar la seguridad de los ciudadanos”.
¿Coadyuvar? Fueron armas largas las que se aseguraron, son armas de calibre de uso exclusivo del ejército las usadas en el estadio, fue un grupo armados según las primeras versiones, no vándalos, no fue un acto para amedrentar a un policía municipal.
Fue un ataque a la seguridad de cientos de personas, suficiente para hacer del hecho un delito federal, qué diferencia hay entre este evento y el ataque en Morelia el 15 de septiembre de 2008, ya en la actual administración, porque ahora no lo atrae de inmediato la Procuraduría General de la República, porque no nació en Torreón Felipe Calderón, porque las elecciones en Coahuila ya pasaron, porque no hay alianzas PRI-PAN, cuál es la diferencia. Como dice el también desatinado en esta balacera “que alguien me explique”.
Faltan 53 días para el inicio de los Juegos Panamericanos en Guadalajara, Jalisco, podemos esperar un efecto negativo en las delegaciones deportivas de los países que nos visitan, veremos como los estadios, salones, villa olímpica y demás instalaciones pagan el tributo al miedo de una balacera que ocurrió, es cierto, afuera de un estadio deportivo como el de Torreón, Coahuila, claro con la “coadyuvancia” del gobierno federal.
De verdad, como dice el secretario de Hacienda Ernesto Cordero estamos mejor que hace 10 años. Seguramente no tendrá efecto alguno esta nueva ola de miedo en el paquete económico que debe presentar este funcionario antes del 8 de septiembre, porque como en años anteriores debe venir un incremento sustancial al presupuesto en seguridad, y como en años anteriores las razones de fondo, empleo, educación, salud, campo, vivienda, pagarán su diezmo a la necesidad de combatir la delincuencia.
“San Lázaro no tendríamos que blindar a los mexicanos en lugar de al presupuesto”
futbol, abrir un negocio, circular por las carreteras del país o ir a una fiesta nacional SIN MIEDO. No, la ley le permite enviar su V Informe de Gobierno por escrito.
El Fuuuua se puede sentir amenazado en su fama por las imágenes de hombres, mujeres y niños aterrorizados, llorando, corriendo sin saber hacían donde, igual que las autoridades de seguridad pública.
De no ser por la transmisión internacional del juego entre los equipos de futbol Morelia y Santos podríamos añadir este hecho a los que ocurren todos los días en todo el territorio mexicano, los que generan ese terror que ahora vimos en vivo, en los que han sido asesinados 50 mil mexicanos.
La impotencia e indignación le siguió al miedo, impotencia e indignación que hace pensar por qué no pasan iniciativas como la Ley contra el Terrorismo, Ley General para la Prevención Social de la Delincuencia, reformas al Código Penal Federal, la reformas a 20 artículos de la Ley de Seguridad Nacional.
Sí, es cuestión de agendas, de dictámenes inexistentes aún por falta de acuerdos entre grupos parlamentarios, de reglamentos de las cámaras de diputados y senadores, de visiones de Estado y de obligaciones de gobierno, pero también de consensos, de acuerdos, de conciencia y responsabilidad política. Lamentablemente también es cuestión de votos, lamentablemente se piensa más en 2012 como año electoral.
El coordinador de los diputados federales del PRI, Francisco Rojas, en su discurso de clausura en la plenaria de esos legisladores exhortó a los senadores a descongelar las iniciativas mencionadas, en la misma reunión la mesa encabezada por los diputados Jorge Carlos Ramírez Marín y Arturo Zamora Jiménez se presentaron 14 temas de seguridad.
En esa reunión inició su peregrinar por las plenarias partidistas el rector de la UNAM José Narro para explicar las bondades del proyecto y las aristas del análisis realizado por especialistas de esa casa de estudios sobre seguridad, lo esperan en Morelia los diputados del PAN y del PRD.
Pero ninguna de esas intenciones y propuestas evitó una balacera en el estadio de futbol de Torreón, Coahuila, que puso al país, otra vez, de rodillas ante el miedo que genera la violencia del crimen. Porque las leyes que el país necesita están en análisis, porque el gobierno federal insiste en una estrategia cuyos resultados se remiten a cortar las cabezas de la hidra con el mismo resultado que tuvo Hércules: Más cabezas.
Mientras a nombre del PAN Juan Molinar Horcasitas dice no a estados y municipios “despilfarradores” que piden más recursos, entre otras cosas como lo señaló el gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, para contar con las herramientas necesarias contra el crimen, ante la balacera en Torreón la presidencia de la República emite un boletín, donde luego de destacar que la balacera ocurrió afuera y no adentro del estadios (¿por cuestiones de fuero o competencia?) sostiene textualmente:
“El Gobierno Federal reitera su compromiso inquebrantable de coadyuvar con las autoridades estatales y municipales para que estas puedan cumplir con su primera responsabilidad de garantizar la seguridad de los ciudadanos”.
¿Coadyuvar? Fueron armas largas las que se aseguraron, son armas de calibre de uso exclusivo del ejército las usadas en el estadio, fue un grupo armados según las primeras versiones, no vándalos, no fue un acto para amedrentar a un policía municipal.
Fue un ataque a la seguridad de cientos de personas, suficiente para hacer del hecho un delito federal, qué diferencia hay entre este evento y el ataque en Morelia el 15 de septiembre de 2008, ya en la actual administración, porque ahora no lo atrae de inmediato la Procuraduría General de la República, porque no nació en Torreón Felipe Calderón, porque las elecciones en Coahuila ya pasaron, porque no hay alianzas PRI-PAN, cuál es la diferencia. Como dice el también desatinado en esta balacera “que alguien me explique”.
Faltan 53 días para el inicio de los Juegos Panamericanos en Guadalajara, Jalisco, podemos esperar un efecto negativo en las delegaciones deportivas de los países que nos visitan, veremos como los estadios, salones, villa olímpica y demás instalaciones pagan el tributo al miedo de una balacera que ocurrió, es cierto, afuera de un estadio deportivo como el de Torreón, Coahuila, claro con la “coadyuvancia” del gobierno federal.
De verdad, como dice el secretario de Hacienda Ernesto Cordero estamos mejor que hace 10 años. Seguramente no tendrá efecto alguno esta nueva ola de miedo en el paquete económico que debe presentar este funcionario antes del 8 de septiembre, porque como en años anteriores debe venir un incremento sustancial al presupuesto en seguridad, y como en años anteriores las razones de fondo, empleo, educación, salud, campo, vivienda, pagarán su diezmo a la necesidad de combatir la delincuencia.
“San Lázaro no tendríamos que blindar a los mexicanos en lugar de al presupuesto”
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