El falso debate

En respuesta al vistoso operativo lanzado por el gobierno de Felipe Calderón contra los criminales de La Familia Michoacana, los opositores del PRD y del PRI se aventaron una puntada genial —cercana a la estupidez política— al señalar que se trató de una acción electorera cuya renta se verá el 5 de julio próximo.

A favor de su “genialidad”, perredistas y priístas argumentaron que el golpe político y mediático fue lanzado no sólo en tiempos electorales, sino precisamente contra un gobierno opositor, como el de Michoacán. La evidencia de la perversidad del “espurio” y su “muchacho pendenciero” era el distinto rasero empleado por Calderón con los gobiernos opositores. Al de Adame, en Morelos se le habría avisado y “apapachado”. Al de Godoy, en Michoacán, ni se la avisó y menos se le “apapachó”.

Frente a esa “contundente” evidencia de perversidad política, amarillos y tricolores se empeñaron en crear una insultante cortina de humo —ofensa para ellos, para los ciudadanos, para el sentido común y la inteligencia—, con el cuento de que la persecución de los cárteles de la droga y los criminales organizados no es más que un anzuelo electorero que —sin duda— muestra una sincronía perfecta entre los spots electorales del PAN y la guerra sucia lanzada por el presidente panista contra el PRI.

Es decir, se cierra el círculo entre los mensajes azules que señalan que nunca gobierno federal alguno ha perseguido al narco como lo ha hecho el de Felipe Calderón, y las eficaces acciones del gobierno de Calderón al perseguir y detener a 10 alcaldes del PRI, del PAN y del PRD y a funcionarios de primer nivel del gobierno de Leonel Godoy, como ocurrió en la persecución contra La Familia Michoacana. ¡Estrategia ejemplar! que, según el PRD y el PRI, llevará montañas de votos al PAN.

¿QUIÉN NOS ENGAÑA?

Pero insistimos en que vincular operativos como el de Michoacán a una estrategia electorera es lo más cercano a la estupidez política. De ser una estratagema electorera, entonces los primeros bobos en ser engañados habrían sido los jefes y líderes del PRI y del PRD, antes que los ciudadanos. ¿De qué estamos hablando? Vamos por partes.

Primero, nadie puede probar que la persecución de alcaldes y empleados de un gobierno estatal como el de Michoacán se traducirá en votos. Sin duda, puede “engordar” la imagen del gobierno de Calderón, pero eso no se traduce necesariamente en votos. Segundo, si entre los detenidos están alcaldes del PRI, del PAN y del PRD, nadie sabe a qué partido le restará credibilidad el golpe, además de votos. Tercero, también existe la posibilidad de que el golpe se convierta en miedo, angustia y asombro que estimule la abstención. ¿La abstención le sirve al PAN?

En realidad pareciera que al acusar al gobierno de Calderón de usar la persecución contra el narco como instrumento electorero, los opositores del PRD y del PRI pretenden ocultar el fondo del asunto. ¿Cuál es el fondo? Lo peligroso, grave y amenazante que resulta para todos —ciudadanos, partidos, gobiernos, candidatos y alcaldes y la estructura básica de gobierno que es el municipio— que partidos y gobiernos hayan sido penetrados por el narcotráfico en espacios estratégicos. Es decir, al grado de que los cargos de elección popular estén en manos del crimen, sean del PRI, del PAN y del PRD.

¿Por qué en lugar de hablar de lo electorero que puede resultar para el PAN el operativo contra Michoacán, el PRD y el PRI no nos explican y rinden cuentas sobre las razones por las que el narco les arrebató 10 alcaldías? ¿Por qué no se comprometen a revisar otros casos en Durango, Sinaloa, Nayarit, Veracruz, Tamaulipas? ¿Por qué no anuncian que impondrán reglas para que eso no se repita? Es muy cómodo para el PRD y el PRI gritar “¡al ladrón, al ladrón!”, y señalar al gobierno de Calderón por detener a alcaldes y servidores públicos vendidos al crimen, cuando los narcos les han arrebatado a tricolores, amarillos y azules las plazas municipales. ¿Quién nos engaña?

LA ECONOMÍA, ESTÚPIDOS

Pero el tema de fondo, la verdadera cortina de humo, el verdadero engaño a los ciudadanos no está en el golpe mediático y político lanzado en Michoacán y acaso pronto en otras entidades. Tampoco en el supuesto o real empleo político-electoral de ese golpe. Y menos se encontrará en la simulación del PRI y del PRD, que acusan al gobierno de actuar con fines electoreros para justificar y ocultar la porquería que tienen en sus respectivos partidos.

El problema está en la crisis económica, y en todo lo que hacen para ocultarla el gobierno de Calderón y su partido, el PAN. Y lo que dejan de hacer el PRI y el PRD para ponerla a los ojos de todos los ciudadanos; para utilizarla como instrumento privilegiado de campaña. El golpe mediático lanzado contra La Familia, más que estrategia electorera, pudiera ser una cortina de humo para que los ciudadanos no se percaten de la gravedad de una crisis económica fuera de control.

Si esa hipótesis es correcta, los opositores tricolores y amarillos se habrían tragado sin digerir el anzuelo y creado su propia cortina de humo —al acusar de electorero a Calderón en su lucha contra el narco—, cuando en el fondo pudieran emplear contra el gobierno y a favor de su causa todos los efectos de la crisis económica. Por eso insistimos: la del PRD y del PRI parece una reacción emparentada con la estupidez política. ¿O no? Al tiempo.

EN EL CAMINO

Por cierto, hace un año pedían la cabeza del director del Cisen por advertir lo que hoy avergüenza a todos los partidos. Y claro, hoy “ni pío”.

Ricardo Alemán
Itinerario político
El Universal

Democracia panista. El Fisgón