Que yo recuerde nunca un sexenio había terminado tan desastroso como el panista de Felipe Calderón, ¡y mire que durante 70 años! -11 administraciones- priístas, quizá la más sangrienta, la de Gustavo Díaz Ordaz, pasó a la historia por las masacres de estudiantes a manos de los halcones oficiales, pero en el México real la del michoacano deja una estela de muertes, pobreza, inseguridad, desempleo, quebranto de la economía familiar, entre otras calamidades.
Desde la fuga del Chapo Guzmán, en el sexenio de Vicente Fox (nunca recapturado) a la evasión de 132 reos de alta peligrosidad del Cereso de Piedras Negras, Coahuila, apenas la semana pasada muestra que la política carcelaria federal es un desastre.
Otro pecado que trascendió fronteras fue la “emboscada” que elementos de la Policía Federal aplicaron a “funcionarios” de la embajada de Estados Unidos en México, en el poblado de Tres Marías, en los límites de Morelos y el DF, que demostró que la administración calderonista nunca ha tenido el control, menos información de primera línea, sobre la actuación de la Policía Federal, la de Genaro García Luna, que días antes lo había metido en otro brete con el asesinato de tres elementos de esa corporación, por propios compañeros, en el Aeropuerto de la Ciudad de México, vinculados al trafico de cocaína proveniente de Colombia.
En su rubro de energéticos, el primer círculo de Felipe Calderón, le ha traicionado, pues Suárez Coopel en Pemex, ha dado sendos golpes con dos explosiones en instalaciones de la paraestatal con saldo de 23 muertos, pudiera creerse que fueron accidentes, pero la realidad es que por falta de mantenimiento en una procesadora de gas LP, se provocó una fuga con el resultado fatal comentado.
En su último reporte de Transparencia Internacional, Petróleos Mexicanos se ubica en el segundo lugar de las dependencias públicas más corruptas, después del IMSS y antes que la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que también canta pésimamente las “rancheras” primero por asaltar vilmente a los consumidores del cérvico con cobros insultantes, después por ignorar a los clientes que la han demandado ante la Procuraduría Federal del Consumidor, que omite responder a la recomendación. Tercero porque en el rubro de adquisiciones se han despachado con la cuchara grande, comprando artículos, refacciones, transformadores, etc. en exceso, que se echan a perder de tanto almacenarlas.
En el renglón de lo básico para las familias, la alimentación, a quien Calderón, protestó defender y representar, su gabinete económico y social deshonra el compromiso: la tortilla, el pan, el gas doméstico, la electricidad, el huevo, carne, pollo en este sexenio panista han subido más del 40%, mientras el salario mínimo entre 18 a 20 por ciento, provocando desesperación e indignación contra el Jefe del Ejecutivo.
“El Presidente del Empleo” como se autodenominó hace 6 años, se convirtió en el verdugo de los desplazados, pues en los 70 meses de gestión azul en Los Pinos, han perdido su trabajo más de 4.5 millones de personas
Que no sólo impacta en el despedido, sino que al representar a una familia se cuadruplica la cifra de afectados, es decir, 17 millones de mexicanos son víctima de una política laboral errática, que privilegia más al capital, que a los generadores de la riqueza: la mano de obra.
Y no es que sea fatalista, por el contrario, alguien tiene que decirle que su Plan Global de Desarrollo 2006/2012 fracasó, que lo que se hace en una mullida oficina, con asesores que jamás hicieron actividad de campo (conocer in situ las necesidades de la población) pueden dar malos resultados, dotan de magnificas ideas, pero la realidad es otra.
Sus proyectistas de nación seguro fueron egresados de universidades privadas como la Ibero, la Anahuac, el Tec de Monterrey, la Libre de Derecho, etc. que navegaron siempre en un estatus resuelto, en clase alta, sin nunca haber incursionado en el mundo de la pobreza, la mendicidad, las carencias, el esfuerzo del día a día y su visión fue diferente al del sector popular, que es el mayoritario, abrumadoramente mayoritario de este país.
Si las gestiones de Miguel de la Madrid, de Ernesto Zedillo, priístas, fueron grises, intrascendentes para México, la de Calderón Hinojosa ni color alcanza.
Ejemplos ya hemos citado; bueno déjenme darles otros: en lo político lo más caótico, perder la presidencia de la república, dejarse arrebatar, por incapacidad, la responsabilidad más importante que un partido político sueña detentar, también varias gubernaturas que fueron bastión blanquiazul por sexenios y otras posiciones.
Si bien no todo es atribuible al michoacano, pues el CEN del PAN nunca tuvo pies y cabeza los últimos 12 años para retenerlas, sus políticas económica, social, de seguridad, laboral, educativa, sí fueron responsabilidad de él y de su primer círculo –de amigos- a quienes colocó por afinidad y no por capacidad.
El 1 de julio los mexicanos ya no soportaron más y viraron en su contra, no a favor del priísta –él contó con otros apoyos ya conocidos- como lo hicieran hace 12 años cuando el hartazgo de 70 años de dictadura perfecta quiso otra cosa y votó a favor de Fox.
En el recuento de daños, al que está obligado realizar, Calderón, debe asumir sus costos, exigir a su partido aceptar los suyos, evaluar que se debe gobernar con expertos, con profesionales, no con amigos que nunca asumen responsabilidades, ni lealtades y la prueba es contundente, a casi seis años de su sexenio, se confirma que Felipe Calderón Hinojosa, está solo, es el “solitario de Palacio”
lrepperjaramillo@yahoo.com
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