Si lo que dijo el presidente de México Felipe Calderón Hinojosa en su último informe de gobierno fuese del todo cierto, no se tendrían en el país grandes calamidades a decir de la miseria de los campesinos e indígenas, el hambre, desempleo, inseguridad creciente, entre otras cuestiones que fueron alimentadas por la pésima actuación del panista, que gracias a Dios y para fortuna de la Nación muy pronto se irá acompañado de sus fracasos, afirma José Luis López Cepeda dirigente estatal de la UNTA y principal promotor del nuevo Partido Campesino Popular.
Distinguidos y excelentísimos amos y amas de su harapiento, famélico y pobretón lobo negro de barriadas, callejuelas empedradas y adoquinadas, callejones de mil recuerdos y extraviados amoríos, cerros pelones y secos arroyuelos que abundan por estas tierras de Dios y María Santísima, vengo ante ustedes para aullarles en torno a la versión esgrimida por López Cepeda descalificando el último informe presidencial por considerar que hasta en el umbral de su retirada, Felipe Calderón le sigue mintiendo a los mexicanos.
Pero al pueblo ya no se le engaña —recalca el líder campesino— y los panistas serán a final de cuentas quienes carguen con tan sobrados errores cometidos en tan sólo dos sexenios tanto por Vicente Fox como por el actual mandatario, cuando en elecciones venideras las facturas les sean cobradas en las urnas.
El sexto informe calderonista estuvo plagado de logros ficticios, parecía que el Presidente hablaba de una Nación diferente a la nuestra sobretodo cuando dijo que el país nunca había estado mejor, que la economía crece, que se han generado suficientes empleos y que hay competencia, estabilidad económica y modernas carreteras.
¡Un verdadero paraíso! pintó Felipe de nuestra sufrida pero aguantadora patria mexicana, donde según él, todos sus compatriotas tienen la mesa rebosante de alimentos, los refrigeradores repletos, sin carencias de ninguna especie, donde todos son felices, sin llantos ni tristezas, sin lutos… sin tantos muertos.
Para fortuna de Calderón, millones de mexicanos que se debaten en la pobreza no pudieron escuchar su último informe, primero, porque no cuentan con energía eléctrica ya que debido al desempleo no hay recursos con qué pagar los recibos que la CFE hace llegar puntualmente y con exagerados cobros.
Segundo —anexa López Cepeda— porque allá entre los campesinos se tuvieron que vender las televisiones para poder obtener dinero y comprar comida o agua.
Tercero, porque mientras el señor Felipe rendía su ficticio y mentiroso informe, más de 90 mil familias estaban guardando luto y otras se encontraban orando por el regreso de sus más de 300 mil familiares desaparecidos.
Sin duda alguna, quienes acudieron a ese informe repleto de falsedad se llevaron gran sorpresa cuando al salir del recinto se dieron cuenta de que estaban en México y no en el país que les pintó el todavía presidente.
El México lleno de progreso y en franco crecimiento de Felipe Calderón, no existe, él construyó un país inmerso en el abandono y la miseria, en la desesperanza y la confrontación, en la falta de oportunidades para la juventud, en el encarecimiento y el desempleo, hizo de la Nación un verdadero desmadre.
López Cepeda reflexiona unos momentos y endureciendo el rostro concreta; "sin duda alguna Felipe Calderón soñó con el México que esbozó en su último informe de gobierno, jamás imaginó que ese sueño se habría de convertir en su terrible pesadilla".
CARLOS MORALES JUÁREZ
Diario de Coahuila
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