La Jornada
El presidente Felipe Calderón advirtió que su deber como gobernante es garantizar la seguridad de los mexicanos, lo que justifica tener “el monopolio del poder”. Por ello, se enorgulleció de su guerra frontal contra el crimen organizado y de las recientes detenciones de Sandra Ávila, La reina del Pacífico, así como del narcotraficante colombiano Juan Diego Espinosa Ramírez.
En una colonia popular de esta ciudad presumió que en su gobierno “le estamos pegando duro a la delincuencia y al crimen organizado”, y dijo incluso que se han dado tantas detenciones este año que “la verdad ya perdí la cuenta”. Pues todavía faltan Fox y sus secuaces prestanombres, lo Briboniesca y anexas...
Durante su visita también se encontró con algunas muestras de inconformidad. A su llegada a la entidad, integrantes de Antorcha Campesina desplegaron pancartas en rechazo a la escalada de precios. “Señor Presidente: No al alza de la tortilla y la gasolina, ni hoy ni después”.
“¡Díganle que baje el gas!”
No fue la única expresión de este tipo. Mientras pronunciaba un discurso en el parque 5 de Abril, alguien gritó: “¡No suba la gasolina!”, lo que fue reiterado por una mujer de nombre Alma Alicia Romero, quien señaló a la prensa: “Díganle que baje el gas y la tortilla, porque está muy caro todo”.
Otro más exclamó: “¡Queremos a Mario!”, en referencia al ex gobernador preso, Mario Villanueva.
El michoacano hizo una férrea defensa del plan gubernamental contra el crimen organizado, y mencionó como parte de sus logros la recuperación de 550 espacios públicos y el decomiso de dinero “a una persona oriental, al chino”, en referencia a los 250 millones de dólares que le fueron incautados a Zhenli Ye Gon, que se destinarán a la construcción de 300 centros de atención en adicciones.
En su afán de justificar su “guerra frontal” contra el crimen organizado, recordó que al inicio de su mandato se comprometió a encabezar un gobierno que contribuyera a la construcción de un país donde imperaran la paz, el orden y la legalidad.
“De hecho, eso es lo que principalmente justifica que alguien tenga el mando de la fuerza pública y del monopolio del poder; el garantizarle a cada quien su seguridad”, afirmó.
No queremos, dijo, que México ni Quintana Roo sean territorio de los delincuentes; son y serán territorio de las ciudadanas y los ciudadanos mexicanos, expresó ante cientos de personas.
Aseguró que con la aprehensión de La reina del Pacífico, “o del Sur”, y del colombiano Espinosa Ramírez, a quienes definió como los “delincuentes más peligrosos y de los más importantes de Latinoamérica”, se está desmantelando un vínculo para pasar droga desde Colombia hacia México y Estados Unidos.
Calderón Hinojosa aseguró que lleva esta lucha con seriedad (uta que seriedad!!!) y que no claudicará ni bajará la guardia. “No vamos a ceder ninguna plaza, ninguna ciudad, ninguna colonia, ningún barrio de México, que quede absolutamente claro”.
Aunque también insistió en que la sociedad debe poner de su parte. “Lo importante no es que esté la pista de tartán, las canastas de básquet o la red de cachibol o los baños, aquí lo importante es que esté la ciudadanía, que la gente lo ocupe”.
Pobre enano... de estatura física y mental.
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