Monday, June 20, 2011

Felipe Calderón Hinojosa: Obsesionado y decepcionado


Reporte Indigo

Ante tanto revés y critica, el presidente Felipe Calderón se siente solo, incomprendido, sin el viento a su favor. Y ante la inminente sucesión del 2012, las tentaciones del poder crecen.

Felipe Calderón está obsesionado con su cruzada por impedir que el PRI vuelva a la Presidencia. No quiere pasar a la historia como el Mandatario que devolvió las llaves de Los Pinos al tricolor.

Decepcionado porque siente que pocos entienden su estilo personal de gobernar, porque el sistema no responde a sus deseos y los sondeos revelan que son más los que prefieren que vuelva el PRI, o incluso que gane el PRD, a que se quede el PAN.

Frustrado porque siente que lo que considera su lucha contra la impunidad se topa con unPoder Judicial corrupto y un Poder Legislativo que no escucha sus llamados reformistas. Se siente maniatado, secuestrado.

Y a un año de las elecciones de 2012, el coctel de obsesión, decepción y frustración en la casa presidencial puede producir una borrachera de poder con impredecibles consecuencias.

Con extremos como el que se viviera el 5 de abril de 1992 en el Perú de Alberto Fujimori, cuando el entonces incomprendido presidente lanzó un decreto que desaparecía el Congreso y suspendía actividades del Poder Judicial.

Y si se lee el texto del decreto mediante el cual Fujimori tomó tan radicales medidas, resulta que las condiciones podrían ser comparables con el sentimiento calderonista de hoy.

“¿Cuál es la institución o mecanismo que permitiría realizar todos los cambios profundos que a su vez hagan posible el despegue del Perú?

“Sin lugar a dudas, ni el Parlamento, ni el Poder Judicial son agentes de cambio, sino más bien freno a la transformación.

“Como Presidente de la República, he constatado anomalías y me he sentido en la responsabilidad de asumir una actitud de excepción para procurar aligerar el proceso de esta reconstrucción nacional, por lo que he decidido tomar las siguientes trascendentales medidas.

“1. Disolver temporalmente el Congreso de la República, hasta la aprobación de una nueva estructura orgánica del Poder Legislativo, la que se aprobará mediante un plebiscito nacional.

“2. Reorganizar el Poder Judicial, el Consejo Nacional de la Magistratura, el Tribunal deGarantías Constitucionales, y el Ministerio Público para una honesta y eficiente administración de justicia.

“3. Reestructurar la Contraloría General de la República con el objeto de lograr una fiscalización adecuada y oportuna de la administración pública, que conduzca a sanciones drásticas a los responsables de la malversación de los recursos del Estado”.

Por supuesto que Fujimori fracasó en su intentona de Estado de excepción, y tras un golpe fallido, inició un Gobierno de Emergencia y Reconstrucción Nacional con tintes autoritarios.

Tres hechos dan testimonio puntual del ánimo en el que está el presidente Calderón a tres semanas de las cruciales elecciones de Edomex y a un año de definir en las urnas a su sucesor.

Y en el discurso de graduación que pronunció en Stanford, su obsesión ante el posible retorno del PRI lo hizo perder pisada. Aprovechó un discurso que debía ser aspiracional, esperanzador e incluso soñador, para lanzar una arenga contra el PRI.

Y lo que Calderón tanto censura en sus discursos, eso de no hablar mal de México en el extranjero, se volteó en su contra. Y aunque no pronunció sus siglas, fustigó la negra historia del PRI.

¿Cuál era el sentido de hablar de ese México ante un auditorio extranjero, que poco o nada entiende de nuestro país?

Fue claro que su obsesión pudo más que el más puro deseo de inspirar a los recién egresados. Y es que su obsesión tiene plena justificación debido a que una encuesta de GEA revela que el PRI está muy por arriba del PAN

Hank Rhon y la decepción

La captura de Jorge Hank Rhon fue aplaudida y cuestionada al mismo tiempo. Nadie ponía en duda los méritos que el presunto inculpado tenía para ser juzgado. Pero la mayoría también vio en el operativo de captura errores cruciales que llevaron al desenlace de su liberación.

La decepción es entendible cuando se tiene la convicción de que se obra desde el bienpara combatir el mal. Pero en un Estado de derecho hay que sostenerlo, probarlo y documentarlo para sentenciarlo.

En los años 20, Alphonse Gabriel Capone, “Al Capone”, dominaba EU el mundo de la prostitución, el juego y la venta de licor. Pero el Gobierno nunca pudo fincarle cargos.

No fue sino hasta que le revisaron sus cuentas fiscales cuando se le detuvo y condenó por evasión de impuestos. Felipe Calderón debió recordar a Capone, cuando en marzo de 2009, el presidente Obama lo comparó con el agente Eliot Ness, el estratega que abatió y envió a la cárcel al mafioso de Chicago.

Paro a Calderón le fallaron los que montaron el operativo y los que armaron el expediente para procesar a Hank Rhon.

El hecho confrontó a Calderón con el Poder Judicial enviando primero a la procuradora Marisela Morales a cuestionar la resolución de la juez Blanca Evelia Parra Meza, tuvo desencuentros con ministros de la Corte.

Y es que la decepción de Calderón tiene fundamento si se explica a la luz de los resultados de la encuesta de GEA-ISA. Lo que sucedió con Hank viene a empeorar la imagen presidencial.

Porque si bien, como persona, el Presidente tiene una opinión favorable por parte de 50 de cada 100 mexicanos, como gobernante, la opinión favorable cae a 37.

De acuerdo a esa encuesta, en diciembre de 2006, 52 de cada 100 mexicanos aprobaban su gestión. Hoy, la desaprobación llega a 54 de cada 100.

Y la imagen de su equipo va de mal en peor. En marzo de 2007, 53 de cada 100 mexicanos aprobaban la labor del equipo calderonista. Hoy, 64 de cada 100 la reprueban.

Sin embargo, dos comparativos de la encuesta GEA-ISA deben preocupar y decepcionar al actual inquilino de Los Pinos.

El primero es el comparativo con Vicente Fox, que a estas alturas del sexenio, aunque Calderón registra 9 puntos más de desaprobación con respecto a su aprobación, Fox tenía, en el penúltimo año de su sexenio, 12 puntos negativos. Sin embargo, el expresidente remontó y terminó en noviembre de 2006 con 20 puntos a su favor. ¿Podrá Calderón remontar? Sólo con la captura de “El Chapo” Guzmán, un “quinazo” a políticos ligados al narco, harían la tarea. De lo contrario, la decepción se mantendrá.

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