Álvaro Delgado
Proceso
En algo ha sido congruente Felipe Calderón respecto de Vicente Fox: Una y otra vez, como en la campaña presidencial del 2006, han proclamado que el país avanza “por el camino correcto”.
Y sí: Conforme a la concepción de Fox, el ranchero ladino que se hizo pasar como gerente de gran talento y las instrucciones que acataba, la gestión de Calderón es consistente sobre el nulo crecimiento económico y la ausencia de generación de empleos, él que tanto se ufanó de saber cómo hacerlo, igual Ernesto Zedillo, su modelo a imitar por aquello de la década de estabilidad.
Hay un ejemplo muy claro: El Programa del Primer Empleo, vendido en campaña como la panacea para el “México ganador” que anida en la mente de Calderón.
Las cifras son un portento: Este programa estrella --“prioritario”-- del gobierno federal ha generado ¡6 mil 895 plazas! en lo que va de la administración, quizá un poco más, porque --hay que ser justo-- las cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) son hasta el 30 de julio.
Claro, en el majestuoso festejo del 2 de septiembre --un día después de la censura al Congreso, instrumentada por el experto Francisco Ramírez Acuña--, Calderón se cuidó de no informar de esta enclenque cifra y, en la apoteosis, comunicó a la nación que, desde el 1 de enero de este año, se han creado 618 mil empleos formales.
Sólo que Calderón faltó a la verdad, tal como lo ha hecho notar el maestro José Luis Calva: En realidad, desde el 1 de diciembre --cuando Calderón se entronó en el gobierno--, se crearon sólo 365 mil empleos formales, según las cifras del IMSS.
Algo que también ocultó Calderón: De esa cifra, 224 mil 228 empleos fueron eventuales --apenas para ganar para un taco-- y sólo 141 mil 075 son permanentes y habría que ver con qué sueldos.
Más aún: Los números del Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática (INEGI) acreditan un repunte de la población sin trabajo: La tasa nacional de desocupación no se abatió, sino que se fue a la alza, al pasar de 3.50 por ciento en noviembre del 2006 --un mes antes del inicio de la actual administración-- a 3.95 por ciento en julio.
Ahora Calderón --él, no Agustín Carstens ni la Secretaría de Hacienda y Crédito Pública (SHCP)-- dice que México crecerá a sólo 3.5 por ciento el próximo año, pero si se aprueban los aumentos que establece el proyecto de reforma fiscal --entre ellos el alza de 5.5 por ciento al costo del litro de gasolina para el automóvil que usted usa-- habrá un despegue de la economía nacional, casi como China: ¡Ni más ni menos que 3.7 por ciento!
Ahora la deuda, esa de la que tanto gustan hablar Calderón y el Partido Acción Nacional (PAN), obviamente ocultando el Fobaproa: Resulta que el gobierno federal planea contratar unos 220 mil millones de pesos para financiar, entre otros objetivos, el déficit gubernamental y proyectos de obras con herencia al gobierno que le sucederá.
Pero hay una buena noticia: Para el 2008 se destinará menos dinero al pago de intereses de la deuda pública del gobierno federal. Será 0.5 por ciento menos que este año: Apenas 271 mil 100 millones de pesos.
¿Es mucho este pago de intereses? Pues es mayor a lo que destinará el gobierno al pago de pensiones de la burocracia federal y que asciende a 227 mil millones de pesos.
Lo que sigue ante este maravilloso panorama del país es muy sencillo: Volverá el sonsonete de que es preciso abrir a la inversión el sector energético, privatizar, pues. Ese es el plan.
Por cierto, ¿todavía hay alguien que recuerde el estribillo de la campaña de Calderón? Sí, “¡Para que vivamos mejor!”
Apuntes
Es muy claro, pero hay que repetirlo: En el proceso para nombrar a los consejeros del Instituto Federal Electoral (IFE), en el 2003, quedó más que nítido el reparto faccioso de cuotas entre los partidos políticos. Es el mismo alegato que ahora exhiben Luis Carlos Ugalde y sus defensores oficiosos. Pero hay otro dato que ha pasado desapercibido: Con la imposición de los consejeros electorales en esa coyuntura, al margen de la ciudadanía que otra vez está siendo apartada, se instrumentó un operativo para nombrar, en las vocalías ejecutivas en los estados y luego en los consejos distritales, una estructura igualmente facciosa para operar de acuerdo con quienes los nombraron. Chihuahua, que fue cuna de la lucha por la democracia, es un ejemplo claro: El PAN, mediante numerosos membretes que gravitan en torno de la Coparmex, se apoderó de posiciones clave para la elección del 2 de julio del año pasado. El Centro de Liderazgo y Desarrollo Humano (Celiderh), la misma asociación civil de los Terrazas Seryffert que participó en la guerra sucia, incrustó también numerosos militantes en la estructura del IFE. A esos son los que defienden los políticamente correctos…
Qué curioso: Justo cuando Calderón se exhibe en su incompetencia ocurren atentados contra instalaciones de Pemex. El EPR se tiñe de azul... En el PAN de Calderón y Espino se impone la lógica de las hordas…
1 comment:
¡Chale con estas "maravillas"!
Post a Comment