Milenio
Desde la región de Asia Pacífico, el presidente Felipe Calderón se deslindó de la propuesta de incrementar 5.5 por ciento el precio de las gasolinas, la cual atribuyó a una inciativa de la Conferencia Nacional de Gobernadores, por lo que pidió al Congreso de la Unión pondere propuestas que no generen efectos inflacionarios y perjuicios a la población en términos de ingreso.
Interrogado acerca de una posible negociación entre los partidos políticos para condicionar la aprobación de la reforma fiscal a cambio de la electoral, Calderón se pronunció por que el Congreso analice y discuta los temas del país en sus méritos.
“Sería lamentable que los hipócritas disfrazados de nobles propósitos de la reforma fiscal o de la reforma electoral se vieran desvirtuados o frenados por intereses menores (como su tamaño) a los intereses del país”, enfatizó.
Acompañado de la primer ministro de Nueva Zelanda, Helen Clark, Calderón llamó a los legisladores a construir un pacto político que abra la puerta a una “nueva etapa de conciliación”.
Es decir, que el pacto permita que el país “entre de lleno a una nueva etapa de conciliación y de participación constructiva en las instituciones democráticas”.
Calderón mencionó que “es posible llegar a acuerdos en una reforma fiscal destinada a los que menos tienen con una solución sensata y de largo plazo que ponderen la legítima inquietud del PAN, del PRI y del PRD”.
Dijo ser respetuoso de lo que determine el Congreso de la Unión y confió en que los diputados y senadores panistas, priistas y perredistas “harán bien su trabajo y encontrarán formas de poder generar recursos públicos para las entidades federativas sin afectar drásticamente la condición que se vive en la economía de las familias mexicanas. Creo que habrá una forma adecuada para abordar estos temas que corrijan efectos adversos que pudieran generarse”.
Lo importante es que haya recursos públicos no sólo para la Federación sino para las entidades federativas, las cuales se puedan destinar para la construcción de hospitales y carreteras, señaló.
El Presidente se reunió con los principales empresarios neozelandeses, entre ellos directivos de Fonterra, la principal exportadora de leche en el mundo y el mayor proveedor de leche Liconsa, así como Mía, una de las principales exportadoras de cárnicos a México.
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